Este sabado fui con unos amigos a ver la ulima pelicula de Saniago Segura ” Vacaciones de verano” y aunque no suelo ver este tipo de cine si que fui con las expectativas de divertirme, reir y echar un rato a gusto con amigos. Cual fue mi sorpresa? pues que la pelicula ademas del contenido que para mi deja bastante que desear ademas del guión , me pareció viajar en el tiempo mientras la veia y volver a los años 80 donde los chistes en el cione se hacian con “el gordo”, “el tonto”…. etiquetas que ademas de descalificativas y estigmatizanes , eran en muchas ocasiones agresivas , de mal gusto e innecesarias por como caracterizaban luego a las personas que lo padecian.
Mis ojos alucinaron cuando conforme avanzaba la pelicula , aquello no mejoraba, mucho peor , nos querian seguir colando afectaciones como la obesidad infantil a través del chiste facil.
Trás pensarlo varios dias me decidí a escribir , porque tristemente veo que queda mucho por hacer en este sentido . Al fin y al cabo cuando un adulto padece un trastorno de cualquier tipo puede alzar la voz, pero y los niños y niñas, los y las adolescentes, quien hablan por ell@s?
Si bien Segura es conocido por su estilo humorístico y su tendencia a utilizar la sátira en sus producciones, el tratamiento de este tema específico deja mucho que desear y plantea cuestiones más profundas sobre el compromiso social de ciertos profesionales, como cineastas y escritores, en relación con los trastornos psicologicos y emocionales, como los trastornos de alimentacion.
En primer lugar, el uso del humor que estigmatiza a los niños obesos es inaceptable y perpetúa estereotipos negativos sobre las personas con sobrepeso. La obesidad es un problema de salud complejo que puede estar influenciado por múltiples factores, y burlarse de los niños que luchan con este problema solo refuerza la discriminación y el bullying que enfrenta en la vida real.
En lugar de promover la empatía y la comprensión, la película parece trivializar y normalizar este tipo de comportamiento dañino.
Además, el cine y la literatura tienen un papel poderoso en la formación de la opinión pública y la percepción de ciertos temas en la sociedad. Los profesionales en estas áreas deben asumir una responsabilidad ética y social al representar temas sensibles como los trastornos de alimentación. En lugar de abordar el tema con sensibilidad y conciencia, la película de Santiago Segura parece aprovecharse de los estereotipos existentes y no muestra una verdadera comprensión de las complejidades que rodean los trastornos alimenticios.
Es importante reconocer que los trastornos de alimentación son trastornos graves que afectan tanto a la salud física y emocional de las personas que los padecen.
Al trivializar estos problemas en una película cómica, se minimiza la seriedad de estos trastornos y se envía un mensaje peligroso a la audiencia, especialmente a los espectadores jóvenes, sobre la aceptación y la normalización de comportamientos poco saludables.
Los profesionales creativos, como Santiago Segura, tienen la capacidad de utilizar su arte para aumentar la conciencia y fomentar una mayor comprensión de los desafíos que enfrentan las personas con trastornos psicológicos y emocionales. Desafortunadamente, en esta película, no se muestra un esfuerzo por tratar estos temas con el respeto y la profundidad que merecen.
En resumen, la última película de Santiago Segura de vacaciones de verano presenta un uso inapropiado del humor con niños obesos, lo que plantea preocupaciones sobre la forma en que ciertos profesionales abordan temas sensibles como los trastornos de alimentación. Es esencial crear que los cineastas y escritores consideren el impacto de su trabajo en la sociedad y se esfuercen por representaciones más responsables y compasivas temas de delicados. La falta de compromiso social en este caso hace que la película sea una oportunidad perdida para abordar estos problemas de manera significativa.
Lo mejor de todo fue la reacción de rechazo de las personas con las que iba , sobre todo del adolescenrte y la adolescente que nos acompañaban.
Carolina García Sanchez
Psicologa y asesora educativa
