Todavía me sorprende escuchar que a los niños siempre hay que dejarles libremente arreglar sus desacuerdos, que así aprenderán a hacerse fuertes y saber defenderse sin esperar que un adulto les saque las castañas del fuego.
Me parece que no intervenir en momentos de conflicto, porque pensamos que son cosas de niños, no les da las herramientas necesarias para poder enfrentar los conflictos desde el respeto .
¿ Y por que lo pienso ? pues porque igual que se enseñan matemáticas, lengua, innumerables partes del cuerpo o especies de animales vertebrados o invertebrados…. también deberíamos dedicarle un tiempo a que los niños adquieran las herramientas y habilidades necesarias para resolver los conflictos sin usar la violencia, ni física y emocional.
Pero que ocurre, que la mayoría de la veces los adultos, algunos con carreras y máster, tampoco han aprendido que los conflictos pueden darnos una visión muy valiosa de los sentimientos y necesidades de la otra persona. ( solo hay que poner la televisión para darnos cuenta de la falta que hacen los límites y las normas en la vida pública)
¿Y si nosotros no sabemos identificar lo tolerable de lo intolerable ?
!Anda ya ! pensarás, ¿como no voy a saber donde están los límites ?
Te pongo un ejemplo :
Cuando sales casa ves a dos personas pegándose e insultándose a “grito pelao” en la acera de enfrente.
El primer día te sorprende y le prestas atención, … pero imagínate que al día siguiente vuelves a ver la misma situación, y durante un montón de días consecutivos,…Ves a las mismas personas enzarzadas en una pelea.
¿ Como te tomarás la situación ahora ? pues seguramente ya ni les prestes atención puesto que lo ha interiorizado como algo ” que pasa”, y lo que el primer día te sorprendió , después de varias semanas ni te inmutas.
¿Significa que ahora deja de estar mal la forma de actuar de esos señores.? No
Lo que cambia es nuestra percepción.
Ya no sabemos si es algo que no debemos tolerar nunca, o sólo algunas veces, o depende de la situación, o incluso entendamos que a veces se puede actuar así, legitimando una conducta que no se puede justificar.
Simplemente nuestros límites por el “uso o abuso” en el tiempo,
se empiezan a difuminar.
Pues en el caso de las familias y las aulas muchas veces ocurre lo mismo.
Los niños se pelean, y a base de verlo todos los días, empezamos a considerar que “es cosa de niños”, y que no pasa nada por mantenernos al margen , que ya se las arreglarán.
El problema es que al no haber un adulto que les dé pautas de conducta adecuadas de cómo solventar los conflictos ellos los solucionarán como pueden, usando las pocas estrategias que han podido ver a sus mayores o a otros niños, y la mayoría de las veces estas estrategias no incluyen , la empatía, la resolución constructiva de conflictos….
Así que en nuestra opinión, en el momento que vemos el más mínimo problema entre dos menores es importante que intervengamos síempre.
Pero ojo, no vale intervenir de cualquier manera, gritando tu más que ellos para que te hagan caso, o contabilizando al que creemos que es el responsable … no así no.
Saber poner límites efectivos cuando se está produciendo un conflicto, no es hacerlo de cualquier manera, es parar la situación y usar una serie de estrategias que hagan a las partes comprender la situación y encontrar un punto común .
De todo esto y muchas cosas más hablaremos en el próximo taller
que estamos preparando sobre limites y normas .
El 4 de mayo a las 21.00 h
Puedes ver toda la información aquí.
Por supuesto que debemos de dejarles muchísima libertad, pero con límites claros.
